Los principales requisitos que deben ser asumidos por toda persona con voluntad de ser empresario son:
1ª) La disposición a asumir riesgos.
2ª)La expectativa de obtener un beneficio.
Crear una empresa supone poner en juego recursos naturales, humanos, económicos, etc., además de coordinar los mismos con la mayor efectividad posible, con el fin de que la empresa alcance los objetivos inicialmente planteados.
Considerando lo anterior, habría que realizarse la siguiente pregunta:
¿Cualquier persona tiene capacidad para desarrollar una actividad empresarial?, Como respuesta a esta cuestión, y teniendo en cuenta la complejidad económica actual y la rapidez en los cambios y hábitos del entorno económico, habría que decir que el ser empresario exige no sólo una intuición o improvisación empresarial, sino una cada vez mayor preparación y cualificación.
No es fácil encontrar en una persona todas las cualidades necesarias para crear una empresa. Pero si se conoce el modelo ideal del promotor, se pueden establecer las carencias que uno tiene y así aplicar las soluciones más adecuadas en cada caso. Estas soluciones pasan por la formación, el acompañamiento e incluso el apoyo personal.